domingo, junio 25, 2006

Lady in blue

Hace unos días en el trabajo un compañero me comentaba lo que le gustaba el último disco de Diana Ross. No me fío mucho del gusto de esta persona, pero lo que realmente me extrañó es que la Supreme hubiese sacado un disco nuevo a estas alturas, después de una década en la que su carrera profesional se ha centrado en batir el récord de detenciones por conducir deportivos con dos botellas de bourbon entre pecho y espalda.

Esa misma tarde buceo por el soulseek y me hago con él. Diana Ross, Blue. Lo escucho y he de reconocer que tengo que dar la razón a mi compañero, es un disco muy bueno. Sin embargo algo, o todo, no me cuadra. Indago algo de información y descubro el truco: el disco nuevo no es tan nuevo, sino que corresponde a un trabajo que grabó en 1972 y que, por razones que desconozco, finalmente no salió a la luz.

1972 fue el año en el que a la Ross se le metió entre ceja y ceja encarnar a Billie Holiday en "Lady sings the blues", exitoso proyecto pese a lo disparatado que podía parecer y que propiciaría la grabación de este disco como continuación de su banda sonora bajo la batuta del mismo productor, Gil Askey.

En Blue, Diana Ross afronta un buen número de standards y no lo hace nada mal. Interpreta clasicazos como "Solitude", "Little Girl Blue", "I love you Porgy" o "Love is here to stay" siguiendo su propio estilo y evitando el error de imitar a nadie. No debemos olvidar que ya las Supremes habían visitado el cancionero de Rodgers & Hart y en directo solían revisitar standards. La producción de Gil Askey y sus arreglos son sencillos y efectivos, alejándose de orquestaciones barrocas y complejas, consiguiendo un disco altamente disfrutable siempre y cuando no se cometa la torpeza de compararla con las grandes divas que todos tenemos en mente. Perfecto para escuchar de noche, en buena compañía, y apurando gimlets.