jueves, agosto 31, 2006

Mingus, Cuernavaca

Ese es el título de la obra de teatro que fuimos a ver el viernes pasado. La cosa pintaba muy bien, una obra que plasmaba la última hora de vida de mi idolatrado Charlie Mingus en la que además de los actores un cuarteto tocaba en directo música suya o inspirada en él.

En mi vida me he aburrido tanto. Una hora de intentonas de transgresiones intelectuales sobre el sentido de la vida y de la música en la que las mejores frases venían recicladas de su maravillosa falsa autiobiografía "Menos que un perro". La buena labor del cuarteto en directo se queda en nada por la sobreinterpretación del actor que da vida a Mingus y la pedantería a go go del guión. Morralla progre y pedante. Hasta mi santa está de acuerdo conmigo.

Avisados están.

miércoles, agosto 30, 2006

A tener en cuenta

Ando algo apretado de tiempo estos días para colgar aquí alguna estupidez, pero no quiero dejar pasar un par de apuntes/links que he añadido últimamente: That´s the way it is y Soul survivor, dos fantabulosos blogs desde donde bajar música.

That´s the way it is recoge en principio "Los 100 mejores discos del Rock" según el homónimo libro de Juan Vitoria. 100 discos obligatorios de tener en casa y conocerlos si no quieres hacer el ridículo en los foros musicales más in del momento o en conversaciones con sesudos melómanos.

Ahora bien, si lo que ya quieres es quedar como el rey de las camas en esos foros o conversaciones, debes pasarte por Soul survivor, blog que naca con la intención de tener disponibles las "350 obras maestras ocultas" recogidas de nuevo por Juan Vitoria en otro libro. Una oportunidad perfecta para descubrir o redescubrir joyas musicales.

Que aproveche.

miércoles, agosto 23, 2006

Camarillo tours: Fife

De la autobiografía de Johnny Cash:
"Mi linaje desciende de la reina Ada, hermana del rey Malcolm IV, primer rey de Escocia. Los dominios de Ada comprendían todas las tierras al este del río Miglo en el Valle del Salvado, lo que hoy es el condado de Fife."
Pues bien, estas son unas fotos* del condado de Fife sacadas en el viaje a Escocia de este verano:




















* Gracias a la fantabulosa fotográfa y anfitriona.

Grandes misterios de la humanidad (I): Quincy Jones

¿Qué pasa con Quincy Jones? ¿Demasiado mainstream para los sesudos melómanos? ¿Tanta urticaria produce que tu nombre aparezca asociado a El príncipe de Bel-Air o a fiestas homenaje a Bill Clinton? ¿Ser vicepresidente de Mercury Records con menos de 30 años en plena fiebre racial desacredita?

Con sus desaciertos, Quincy Jones tiene una discografía propia espectacular, más que suficiente como para prestarle una atención que parece no tener, y todo sin contar sus trabajos para artistas tan variados como Jacques Brel, Paul Simon, Sinatra & Basie (juntos y por separado), Cole Porter, Lesley Gore, Dizzy, Charles Aznavour, Ringo Starr o Sarah Vaughan. Cuando alguien que se negaba a tocar canciones de su propio repertorio, por muy clásicos que ya se considerasen, con más de dos o tres años como fue Miles Davis, se dejó convencer por él para reinterpretar una música compuesta y registrada 20 años atrás, sin duda debe ser por algo.

Por decir algo:

This is how I feel about jazz / Go west man. Dos discos del jazz más convencional del inicio de su carrera. Arregla, toca y dirige varias sesiones con los mejores jazzmen de la época (Mingus, Paul Chambers, Benny Carter, Art Pepper, etc.) con la mejor de su maestería. Swing!!!

Explores the music of Henry Mancini. El título lo dice todo, los más mejores clásicos atemporales de Mancini revisados bajo la dirección de Jones. Si no me equivoco es la primera colaboración del mago de la armónica jazzera Toots Thielemans.

Big Band Bossa Nova. En plena fiebre bossa, Quincy Jones se rodea de gente como Jim Hall (un habitual suyo), Clark Terry o el-a-punto-de-estallar Lalo Schifrin para facturar un disco de bossa nova con un acento jazzero mucho más tradicional que el empleado por otros discos similares coetáneos. Esto se traduce en una pérdida de la candidez e inocencia que destilan los trabajos de otros colegas como Stan Getz o incluso Cannonball Adderley, y ganando luminosidad, brío y un aire festivo del que adolecen los primeros. No se lo pierda si no lo conoce.

Come Back Charleston Blue. B.S.O. parida por Donny Hathaway y nuestro protagonista de hoy. El perfecto compendio de todas la música negra tradicional norteamericana: swing, blues, jazz, etc.

Golden Boy. Curioso caleidoscopio (yepa!) de los gustos e intereses de Jones. Desde el a priori más cercano Lee Morgan a The Beatles. El primero en no tener complejos en un campo, el jazz, y en una época, primeros años 60, en el que crecían sin necesidad de regarlos.

Me alargaría más, tanto en la explicación de cada disco como en otros trabajos suyos, pero seguramente ni te interesen, ni en mi trabajo me lo acepten. Así que les ruego disculpen lo abrupto de la despedida. Tanta paz.

martes, agosto 22, 2006

Guille Martín

Se ha muerto el Guille, el Guille Martín a la guitarra. El último pirata madrileño. Tras Risi, el último (¿único?) guitarrista que nos quedaba forjado a imagen y semajanza del Gran Pirata Richards: tripas y corazón en la guitarra, sentimiento, chulería, actitud y pasión. Macarra. Los tecnicismos para los guitarristas suecos. La gilipollez underground para el ipunkrock. Castizo.

Nos quedan los discos de los Desperados, muchísimas colaboraciones, no todas para recordar, su concierto en la Oasis de Zaragoza al lado de Calamaro y palabras intercambiadas una noche en Malasaña sobre el Gran Pirata. ¿Sobre quién, sino sobre él?.

Un último brindis por el Guille Martín a la guitarra.

viernes, agosto 18, 2006

Villalba, 08/07/06: Bob Dylan

La vida sería perfecta sino fuese porque tengo la casa empantanada por el pintor que nos está pintando el dormitorio principal, el salón y el pasillo. Pero es viernes por la tarde, empieza el fin de semana, me estoy bebiendo un vaso de Campellazo y suena Red Clay de Freddie Hubbard.

Por si fuera poco he dado con una grabación más que aceptable del concierto que Bob Dylan ofreció hace unas semanas en Collado-Villalba. La versión que me he descargado estaba en formato flac, así que la he convertido a mp3 y la he subido para quien la quiera. La calidad de la conversión que he hecho no es muy buena (56 kbps, más que suficiente para escucharlo en el PC) pero no quería tirarme toda la tarde haciéndola y subiendo los archivos a rapidshare.

De todas formas, si alguien quiere que los pase a 128 o 160 kbps para hacerse un cd-audio en condiciones que lo diga (lo haré, no se cuándo, pero lo haré).

Su Bobeza (©Favorite) en Villalba

Relaxing at Camarillo

Dado que nuestro visitante desde la otra orilla del charco ya ha mencionado algo en su comentario, explicaré el origen del nombre del blog y así respondo a algunos que me lo han preguntado y a los que por lo general he respondido dando explicaciones absurdas.

"Relaxin´ at Camarillo" es uno de los temás clásicos de Charlie Parker. Éste se había trasladado a California para grabar unas sesiones para Dial cuando estando en la habitación de su hotel, se quedó dormido fumando. A los pocos minutos la habitación estalló en llamas y el bueno de Bird parece ser que se despertó y salió corriendo por el hotel vestido únicamente con unos bonitos calcetines. Ese mismo día acabó atado en una cárcel y de ahí fue enviado seis meses al Camarillo State Hospital para intentar curar sus dependencias varias y "desajustes mentales". Esta estancia fue la que inspiró el tema de marras y que grabó por primera vez nada más salir del manicomio (que eso es lo que era al fin y al cabo ese hospital).

El Camarillo State Hospital, un bonito edificio levantado siguiendo la moda revival de arquitectura mediterránea en la costa californiana (la imagen de la torre que aparece a la derecha es precisamente parte del complejo), arrastró durante décadas una fama bastante funesta por los métodos y prácticas que parece ser que se empleaban. Cerró definitivamente sus puertas en 1997 y recientemente se ha reabierto transformado en universidad.

Y ahora, sigan disfrutando de su estancia en Camarillo Park.

jueves, agosto 17, 2006

Relaxin´ at Camarillo

Curioseando con la gente que nos visita me encuentro con un hermano, Relaxin´ at Camarillo, desde nos envían cordiales saludos y que aprovechamos, dado que de bien nacido es ser agradecido, para devolvérselos.

Con tan insigne nombre no puede haber duda de que es un blog con un gran gusto y, por si todavía hay dudas, hacen mención a Kenny Burrell, el guitarrista de jazz favorito de Duke Ellington y mío, lo que le convierte automáticamente en el mejor guitarrista de jazz de la historia.

Cheers!!

miércoles, agosto 16, 2006

A bigger bluff

Ya es definitivo, nos quedamos sin visita de los Rolling Stones a España. Y aunque cualquiera que me conozca mínimamente sabe que amo a los Stones como a muy pocas cosas puedo amar, he de ser sincero: me la suda. Cuando escuché por primera vez la noticia del Coconut Incident no pude evitar reírme por lo surrealista de la imagen (y de la excusa) pese a que por entonces me imaginé que peligraba el verlos. Aunque compré las entradas con los nervios habituales de si podría hacerme con ellas, una vez realizada la compra me olvidé del concierto hasta el día que leí la noticia de marras. De hecho, el día que presumiblemente debía estar viéndolos en Madrid no me hubiera acordado de ello de no ser porque me lo recordó un amigo. Tras cinco minutos de tristeza tras el recordatorio, seguí como si nada con lo que estaba haciendo, que por las fechas que eran supongo que sería redescubrir y completar la discografía setentera de Willie Nelson.

Hace unas semanas, recibí una nueva llamada de Don Pollomike. A la alegría, júbilo y regocijo que siento cada vez que me llama, se sumó la alegría, júbilo y regocijo de que se había acordado de mi para conseguir dos entradas para el concierto pucelano de sus afónicas majestades. De nuevo olvidé hasta la fecha de autos que volvería a ver a los Stones. Llegó el lunes, y con él, los preparativos para partir a medio día a Valladolid y, ahora sí, la ilusión de saludar a Dios a grito pelado desde el anonimato del público: Heeeeeeeeey Keiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiith!! Estaba ya esperando a mi señora en la puerta de su trabajo me llamó de nuevo Don Pollo para darme la “fatídica” noticia.

La llamada terminó de perfeccionar mi ya bastante avanzada depresión post-vacacional. Pero para ser sincero, al día siguiente únicamente me daba pena el pensar en la gente que esperaba con ilusión ese concierto y, sobre todo, aquellos que todavía no había podido ver a los Stones en su vida y acudían a esa cita con la misma emoción que yo acudí a los Stones hace 14 ó 15 años. Por lo demás, me la traía bastante floja.

No los he visto muchas veces en directo, tres únicas ocasiones, y si mañana anunciasen una nueva gira de nuevo me dejaría los cuernos en conseguir entradas, pero he de reconocer que por primera vez en mi vida, pienso que deberían DEJARLO. Duele decirlo, pero más duele pensarlo. Obviamente no pienso que los Stones ya no sean “los de antes”, de eso ya hace mucho tiempo que no es así y nunca he tenido problemas en ir a sus conciertos siendo consciente de lo que realmente estaba viendo. Por algunos (pocos) bootlegs que he podido oír de esta gira, los conciertos, musicalmente hablando, son cada vez más salvados por los músicos de acompañamiento. La edad no perdona, los excesos menos, y dudo (o está demostrado?) que puedan afrontar giras maratonianas como las que han hecho hasta ahora. Sus últimas giras son el mismo repertorio repetido hasta la enésima vez. Sus discos hace mucho tiempo que no aportan nada, incluso no sé si prefiero verles intentar encajar en la escena presumiblemente actual con bodrios como el "Bridges to Babylon" a verles intentar recordar glorias pasadas con discos que huelen a refrito. ¿Quieren dinero? Yo estoy dispuesto a darles todo mi dinero: que abran las arcas que atesoran grabaciones de épocas pretéritas que yo, y como yo muchos de sus seguidores, pasaremos puntualmente por caja las veces que hagan falta. Pero que dejen de enmierdar su nombre, que ya lo está suficientemente desde hace mucho tiempo.

Insisto, AMO A LOS STONES.

Conclusiones veraniegas

Ni Coca Cola, ni Nike, ni Converse. El mejor logo de la historia es el de Stax. Una imagen que no sólo identifica claramente a una de las casas discográficas favoritas de servidor, sino lo que puedes encontrar bajo ese simple dibujo de un chasquido de dedos: ritmo, diversión, groove, música bailable, etc.

Esto es lo único que he sacado en claro durante mis tres semanas de vacaciones.